Este método consiste en inducir por medio de una bobina transmisora una corriente eléctrica que a su vez genera un campo magnético primario, en un lapso de tiempo la corriente se corta abruptamente provocando el cambio del campo primario por lo que induce
corrientes con trayectorias cerradas y circulares por debajo de la bobina transmisora que se irán propagando en el subsuelo e interactuando con los cuerpos a profundidad induciendo corrientes de Eddy, es decir, un campo magnético
secundario que decae con respecto del tiempo. Por medio de una bobina receptora se registrará este decaimiento de voltaje que dependerá de la distribución de los valores de resistividad, tamaño de la bobina y geometría de los
cuerpos conductores en el suelo (Nabighian, 1991).
El transitorio electromagnético se considera de los métodos más versátiles por su adquisición práctica y alcance. Dentro de las aplicaciones más usadas se encuentran: